Ya no miras el paisaje
como el ave que el aire abraza en su vuelo,
tu imágen lentamente atraviesa la rendija
y no ves más que un breve trozo del universo.
... Yo quisiera poder abrazarte
pequeño ser que tiemblas desamparado.
Y al ver que juntos lloramos nuestra pena,
quizás el viajero que pasa a nuestro lado
detenga sus errantes pasos
para entregarnos el secreto de su sonrisa.
Pero él guardará silencio,
porque las palabras no dejan que las estrellas
extiendan su brazo de luz sobre nuestros
cuerpos.
1997
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