sobre el orgullo
Cuántas veces nuestro orgullo, con malévolo placer, eleva muros a nuestro alrededor, y llega un momento donde se convierte en nuestra cárcel.
A veces culpamos a los demás de haber levantado esos muros.
¡Maldita torre donde perdemos nuestra esencia más auténtica!
No hay comentarios:
Publicar un comentario