Mirad hoy al ser humano tolerando su miseria y su fantasía envuelta en un raído sudario, heredero de un mundo imposible, divino y satánico al mismo tiempo por haber traspasado la frontera de su cálida simplicidad .
En ese ritual de yermas soledades es tan solo una sombra que se desliza en la plomiza niebla. Y como náufrago que sigue nadando hasta el agotamiento se aferra a la ilusioria permanencia de sí mismo.
El que nació libre creyó ser exclavo, y este exclavo fué dueño de otro esclavo, perpetuando su deforme herencia. Sus manos frías rompen la mañana, sus ojos temerosos se aferran al delirio, y en vano gritan voces a su alrededor desde la lejana historia; el lenguaje se empareda entre invisibles rejas, se confunde y se ensalza inutilmente, insistente letanía que con amargura encadena sus pies dolientes.
Y ya no puede danzar en su nobleza, no puede elevarse ni siquiera en una oculta plegaria, tan sólo en la muerte retornará su inocencia.
Duerme anciano caballero sobre tu lanza,
duerme nostálgica mujer en tu reuncia...
Un porvenir desconocido
camina bajo las estrellas.
01.2011
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