martes, 5 de julio de 2011

AÑORANZA



Brisa del atardecer,
no desveles el remanso,
 no despiertes mi recuerdo,
roza mi piel muy despacio
sin remover la añoranza
del calor de aquellas manos.
No traigas en tus rumores
el eco de aquellos pasos.
...Y aquel adiós de sus ojos
en el sendero lejano.

¿No volverás compañero
a estrecharme entre tus brazos?   
                                            
  Solo espero que el invierno
 extienda su velo blanco
en mi frente adormecida,
 como un manto soberano.
Y deslizarme en silencio
entre los desnudos álamos
secuestrada por el cauce  
de los sueños olvidados.


                                
       otoño    1998.


                     

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