martes, 4 de diciembre de 2012

CON LOS OJOS ENTORNADOS




Demando mi propia inexistencia
al sueño que teje olvidos.

*******

Me deslizaré por senderos sin rumbo
hasta anochecer en mi memoria ,
con su cadena apenas remendada 
en el cobertor que la niebla le ofrece.


¿Qué duende escondido amontona
las hojas secas a mi alrededor ?
Aquella niña que desde el espejo
miraba incrédula el censo de la vida.


Se vistió temprano con el sesgo del ocaso,
en una nube de polvo que arremolinó el viento 
junto al abrupto dintel de su albergue
cuando el cansancio enrojeció su llamada. 


¿A quién buscaba?   ¿ A quién llamaba ? 
El eco de su voz siempre le envolvía
en el prefacio de una monótona cantinela
acompasada por el campanil de la ermita.


El viandante de la muerte tocó su hombro,
le saludó en otro idioma con una sonrisa,
una débil despedida, en la escalinata ...
junto a una flor marchita, regalada al azar.


Con los ojos entornados, su infancia
se detuvo en la ligereza de lo ilusorio;
con la verdad cincelada en el barro,
exiliada entre renglones nunca escritos.


...Hoy la nieve acomoda los espacios,
internaliza lo insumiso en su lento vaivén;
frío que arde entre los bordes de un alma
que fué naciendo lentamente en el tiempo.


Al asomarse , casi cumplida su tarea
el latido de la existencia ya no puede seguirla.
Rebosada por su explendor se abrasa
y su noviciado se extingue sin ceremonia.


12.2012

Virginia F.A.       



martes, 20 de noviembre de 2012

Nuevamente cae...

Federico Bebber















Nuevamente cae sobre sus párpados
el invisible velo de la melancolía,
balanceándose sobre un péndulo que marca los minutos
en un antiguo reloj colgado en la pared. 
Acurrucada en la estela que desprende,
no pregunta por qué aparece de improviso. 

Con inercia se entrega a la sutil dictadura;
amante seducida y despechada
mientras es poséida en su ebriedad. 
Una milenaria droga penetra en su boca,
lame sus sentidos con ácida adormidera,
que penetra en su piel voluptuosamente,pero sin alma.

El seísmo de un violento placer
agita su desgarro ,
fantasía que nutre rendijas culpables
de su alargado y perturbador gemido.


***

El censor marca con sus nudillos la puerta
que chirría cuando con violencia se abre...
Su ceño confuso entre demonios y dioses
se excita , se derrama estéril en el suelo
vencido por el aguijón del deseo.


Dolor y gozo se funden en ella,
 en un gesto donde la voluntad se rinde,
 le conmueven  en ancestral ternura;
y en el delirio del licor no apurado
se acerca acariciando 
 el llanto de fuego de aquellas mejillas ,
y las bebe insaciablemente hasta fundirse
en el cenit de un abrazo incandescente.


El viento del sur embalsama el atardecer
en un dormitar donde el aire es tan denso
que los dedos pueden rasgar su tejido.

11.2012
    Virginia F.A.    
          
 

domingo, 11 de noviembre de 2012

Hablamé de tí...




Hablamé de tí,
hablamé de mí.
¿Somos la misma persona?
Hoy, siento que desconozco
esa imágen del espejo;
esos sueños que surcan tus noches;
ese tiempo del reloj
que transcurre en un contrapunto
que nunca confluye en un mismo acorde.

Evocamos los mismos lugares  y gentes
pero se muestran con diferente color,
unos quietos, con el rostro dormido,
otros a tientas ,
surcando confusos recuerdos.
Y dos voces al unísono
en ecos enfrentados .

Cojo tus manos ,
también son mis manos
las enlazo con extrañeza
las siento ajenas a lo acostumbrado
aunque sus surcos sean idénticos.


Cae esta tarde de Noviembre
como pétalos de papel de un diario
que guarda secretos
en el hueco de sus márgenes.
Una coincidencia nada más,
un nombre en la primera página,
tu nombre, mi nombre.
Nunca lo pronunciamos en voz alta
volviendo la cabeza al mismo tiempo.

Hablamé de mí,
hablamé de tí...
Juntas vamos en esta travesía.
Brindemos imaginariamente
antes de que el barco llegue a puerto.

Antes de que las cotidianas tareas
nos separen en su rutina.
Antes de que... ellos ... nos marquen a fuego el pérfil
donde nos desconocemos.

12.2012

    Virginia F.A.

 
      

lunes, 29 de octubre de 2012

REFLEJOS



Tu aliento se inclina sobre mi frente
pero ya no lo reconozco.

El eco de tu voz pronuncia mi nombre
y extraño su ondulado sonido.

Quizás tu mano acaricia mi pelo,
...solo es un sueño furtivo.

Perduras en el lienzo que cuelga en la pared,
mi mirada acostumbrada ya no te contempla.

El cincel de la añoranza
delimita contornos diferentes,
nuevas formas que se evaden
en un sinuoso laberinto.

Y acaricio la nueva imágen esculpida
distorsionando evocaciones;
solo es otro rostro rasgado en olvidos,
intentando instalarse en mi memoria.

De tanto pisar las mismas huellas del camino
he abierto una profunda zanja,
...el agua de la lluvia anhega esa tierra
trazando sus propios contornos.

El viento apacible del oeste
trae aromas salobres desde el mar,
y las secas hojas de las ramas
simulan olas barriendo los rompientes.

Cierro en mi puño las horas insaciables
como seca arcilla que se cuela entre los dedos;
ceniza de esperas que fueron muriendo
tiempo atrás, en los atardeceres.

Mudo la piel de mi vida...
mi sangre respira los abismos,
bombea fragmentos de lágrimas
domesticadas en su aislamiento.

Miro mi reflejo en el estanque del parque
hasta que una piedra ondea esa imágen...
Otra imágen parece acompañarle
con un gesto que roza mi mejilla.


10.2012

    Virginia F.A.