martes, 27 de marzo de 2012

EL ULTIMO ESLABON



...Sentenciado en su anéstesico licor que lentamente apuraba, como si en aquel vaso estuviera bebiendo en un brindis su vacío, esbozó una ritual sonrisa casi siniestra en su avergonzada ingenuidad.  Amargo rictus que siempre le persiguió desde sus ancestros.

Su pensamiento se había convertido en una repetitiva melodía donde su martilleante síncopa hipnotizaba la voluntad, la envolvía en un bucle inacabado, en un misticismo sangriento , satánico sacrificio ensalzando su erotismo más extremo, copulando con el hastío de su soledad hasta degradar esa pasión de vida.

Amanecía.

Miró desafiante aquel haz de luz que penetraba el opaco cristal de la ventana, invasivo visitante que nunca desiste en su empeño;  extendió la vieja cortina, de un tejido tan expeso que apenas dejaba siquiera adivinar el despejado día que se iba imponiendo.

Y cogió nuevamente el vaso; algun resto quedaba en su fondo , pequeñas gotas agrisadas por el cerco que decoraba el sucio vidrio del recipiente. Ellas le hablaban de paraísos destronados, de absurdas utopías como cadenas de seda, de deseos inconfesados como yugos de esperanzas; esperanza... esa palabra que había emborronado airadamente con su pluma allá donde la encontraba.

Sonaba el campanil de la Iglesia.

Los recuerdos le inundaban, olas indomables que horadan las rocas con su caricia continua. Por un momento creyó sentirse acunado en ellos, pero de pronto un dardo venenoso de su memoria se clavó en su frente como una imposible tortura lacerante , desafiante;  y súbitamente aquel veneno se trasmutaba en una mortuoria losa de mármol ...,  con un críptico epitafio que mudó el gesto tenso y débil de su boca en una carcajada entrecortada y bronca, mascarada de un lamento.

Sacudió las manos compulsivamente espantando las imágenes que circundaban su rostro como mariposas nocturnas , pero en vano, porque apenas se inmutaban con su nervioso movimiento. Furiosamente golpeó la pared con su cabeza, varias veces, hasta aturdirse . Ya no sentía dolor.

Miró el reloj de la pared.

Había transcurrido una hora, sesenta minutos, trescientos sesenta segundos ...Quizás los mismos pulsos de su muñeca, o tal vez más, o menos , que importaba ya.  Sangraba su corazón intermitentemente con hielo y fuego a la vez, como inseparables compañeros circulando por sus venas, espesándose en una ciénaga de plomo.

Intentó apurar las últimas gotas que creía ver en el vaso, y éste resbalo de sus manos hasta detenerse en su regazo y lo acarició, debilmente. Su tacto, ya insensible, creyó sentir una mano sutil, suave y fría, que temblando le saludaba en una despedida sin retorno.

Pero la rechazó con desprecio, con la misma ambivalencia que había rechazado toda su vida las dulces rejas del amor.  El vaso cayó  al suelo estallando en pequeños fragmentos que parecían diamantes en las oscuras baldosas, entre un centenar de papeles dispersos donde, en cada uno de ellos, tan sólo estaba escrita , casi ilegible, una frase : " El último eslabón", tal vez sugeriendo el título de un poema .

Sonó una llamada...

Pero nadie abrió la puerta.

03.2012
  

domingo, 25 de marzo de 2012

Bajo una llama fría...

        Bajo  una  llama  fria  ella sonreía sin apenas cerciorarse de su creciente melancolía, turbia como la opacidad que casi huele en el abandono de las estrechas calles , donde  deambulaba en su voluntario exilio.

         Acaso era la última posibilidad de que el amor le sobreviviera, vergel efímero pintado entre el musgo de aquellos muros ruinosos, donde estuvo la morada de un ayer de fingido bienestar,  tejiendo esperanzas con atávica y heredada rutina.

        Le  observaban  de  soslayo  los  evasivos  ojos de  gente cabizbaja que rápidamente cruzaba por las umbrías y angostas avenidas . Nadie acertaba a detenerse un instante para contemplar la ternura de sus ojos tras el telón de grisáceas ojeras, ni la casi apagada voz de su cantinela , con aquella canción de cuna tan conocida...

           Abstraída de  sí misma,  de  su historia, de su precariedad ;  del frío que azulaba sus labios, de la lluvia continua, casi nieve , que empapaba la sucia manta que cubría su cabeza y sus hombros, como aristocrática capa donde aún brillaba un rastro de su primitiva tonalidad , tornasolada en cárdenos reflejos. De aquel amasijo de trapos que acunaba entre sus brazos protegiéndolo en su enjuto pecho.

          Y  ella miraba, embelesada , aquel bulto informe, donde cuidaba gestualmente una vez más el dormir de un pequeño niño, protegido de la aridez del entorno, ajeno a su degradado alrededor, ajeno a su errática presencia yerta, como reliquia rescatada de entre los escombros.

           Luego... una narración inconclusa, un cuento que nunca acababa; caleidoscopio de mil caminos, posibilidad de  un acogedor destino . Porque ella, en su reiterada letania de amables duendes y hadas , caía adormecida en el cuenco de su  sueño  ... despiadado, hambriento,  y al mismo tiempo, luminoso y amistosamente tutelado.

          La sombra de un dios puede ser cruel cuando no alcanza la miseria, porque no puede perfilarse con distinción en los oscuros callejones desahuciados de luz de luna y luminaria de tímidas y agónicas farolas...  A unos pocos pasos, el puente de  un antiguo arroyo que apenas ronronea sobre las piedras con su turbiedad , sin vida en sus entrañas.  Un fronterizo lienzo donde el dolor emborronó los coloristas trazos del pincel.

           Sin  embargo, esa madre ya envejecida brilla en su sucia estela como un arco iris que jamás se extingue . Y en su desgastada y ronca garganta, la música recobra su pureza infantil , su canon de emociones , el sutil armónico que todavía reverbera en el  enmohecido y viejo instrumento que yace a sus espaldas.

         Mientras las horas anhelan que su aliento se desvanezca,   sigue cantando :

                  Duerme niño, duerme...
                  Duerme en tu muerte , duerme...


                  03.2012

             

sábado, 24 de marzo de 2012

VALDAXAY -( MOIA BIEDA )


               
         Un  cúmulo de sensaciones me aísla y me doblega; intenta borrar las huellas como si de rastros de un asesinato se tratase, y al mismo tiempo bordea peligrosamente la reiteración que martillea en la memoria, como ensayo de una culpa delirante.

         Una  línea frágil,  odulante,  como espejismo del asfalto bajo un ardiente sol, intenta nivelarse en vano  y delimitar fronteras que se pierden entre sinuosas y diminutas grutas del pensamiento. 

         Ese acompañante feroz, que insistentemente murmura en mi oído día y noche, ebrio de sí mismo,  incapaz de guardar silencio un instante, incapaz de detener su desorganizado razonamiento.  Es el corazón quien le ahoga y le libera, harto y cansado de su absurdo poder.

        Pero como liana que traslada los circuitos de la vida de un lado a otro, me vigila con su aliento, cónyugue de mis miserias,   hermano sumiso de mi soledad.   Le arranco lo ojos, le arranco la voz de su irreal garganta , pero el eco perdura, ora como estallido de una explosión , ora como un susurro compulsivo y cercano. Gentil en su reverencia, siniestro en su gesto que maquina giros imposibles.

      ---Te protejo como fiel guardián; te poseo como insaciable amante;  te muestro el mundo bajo la bóveda de la magia... ¿Qué queda de tí  misma si destronas la utopía y su seducción ?   ----

        --- Amiga mía, deja que yo te lleve mar adentro, allá donde la espuma de las olas acariciará tu cuerpo y su melancolía... Con mi fraseo y su oropel naciste de un sueño antiguo, y en ese sueño antiguo te abrazará la muerte. ---

      Su fingida levedad me atrae y me alerta, el desconcierto dubita...Quisiera arrancarme las aristas del silencio que tras de sus pasos se emboza. Y descubro, sin sospresa, que es mi rostro el que me habla, enlazado a los espectros de su furia, resguardado en los fantasmas de  su pena.   Ese ser donde hoy existo,  fatigado de su honor y de su nombre.

                                    *******

       ...Arrastra la vetusta barca que indolentemente duerme en la orilla, llena de grietas donde el agua se filtra, para navegar en ella  hacia las rocas cuando  brama la tempestad en lontananza.

        Mientras,  a lo lejos, risas y llantos se confunden en un murmullo que ensordece las olas en los rompientes.

                Cuando amaina la tempestad,
                flota a la deriva una liviano resto
                con una extraña inscripción :

                    " V A L D A X A Y  "


              03. 2012

domingo, 11 de marzo de 2012

Luz de primavera (Desde la ventana nº5)




              De mi madre aprendí que el vivir hace vida,
              de mi padre aprendí el honor de la supervivencia.  
              Sombras y luces se entrecruzaban en ambos,
              la madre, luz del día que ocultaba noches de luna,
              el padre, bruma nocturna esperando el amanecer.

       Ambos me trazaron divergentes fuerzas que pude utilizar para tallar a golpe de cincel en la esfinge de mi figura.

       Y sigo  con  ese cincel, tallando  todavía , sin pensar que a veces estoy horadando aún más las muescas , como heridas mal perfiladas.

      Destrozaré  la piedra con ahinco hasta llegar a su enigma, aunque piense que sólo  encontraré más piedra que tallar.

                                        ********

      Vuelve otra primavera y me sosprende con el rostro velado, ocultándome entre aristas, porque emparedé la puerta de salida.   Un estrecho ventanal en lo alto de la desnuda pared deja asomar la luz del sol y se filtran los aromas de las avenidas florecientes. Suena alegre el canto del ruiseñor... y el campanil de la torre en la lejana ermita.

     En el camastro , una  vieja  manta  donde  me refugio, acurrucada, como un feto que nunca pudo nacer íntegramente. Cierro los ojos y oculto  con las frías manos mi rostro, huidiza y resignada. ¿Cuánto tiempo conviví con esa penumbra ?

       Mi ser es un pozo que  me cobija, húmedo, cálido, degradado en la perenne nostalgia, en el desdén de sueños incumplidos, en la sequía de amores distanciados;  fundido el puño con los barrotes de la ira ciega  con el grito apagado en la garganta.

        Pero desde el pequeño ventanal un halo ilumina un hueco en la pared cubierto por una cortina espesa y oscura como telón de lo prohibido. Tras de él,  la puerta , ligera, limpia, entreabierta... y el aire fresco entrando desde su estrecha rendija.

        Lo desconocido aterra y atrae, mi voluntad se entrega ansiosa y debo cruzar el umbral, aunque sea hacia una gruta desafortunada.

                                          ********


      ----   Se le vió , descalza, apenas vestida, con el cabello enmarañado blanqueado por los años, danzar en el bello paraje , entre acacias , fresnos, álamos, tilos y sauces...  Cantando una disonante melodía  pero hermosa como el llanto que rompe en el niño que acaba de nacer.   -----

                       Su huella sobre el verde suelo,
                       todavía no se ha borrado...


                                    03.2012.
    

sábado, 10 de marzo de 2012

Un oscuro señuelo...


Un oscuro señuelo cruza el dintel prohibido
arrastrando reyertas en bandadas,
deshaciendo esperanzas que nunca llegaron
arrancando la maleza como flores silvestres,
copulando con la evasiva muerte
que ácidamente somete su misterio.

Y otra vez vuelvo a las acostumbradas fauces
de la insaciable herida 
donde el latido se torna en lamento
cuando respiro el veneno
de su cuajado aliento de amarga hiel.

Mudaré una vez más mi piel sangrante
enroscada en la hojarasca...
mientras la luna perfila su lento proceso
como testigo acostumbrado.

Es el último ropaje que ya queda en mi destino,
un sudario que aletargado esperaba
cubrir mi cuerpo con su delicado tejido,
blanco y brillante como iniciática túnica. 

El ocaso es amable, lecho de arena
que las olas acarician con suave murmullo.
Altivo el reinado, hace tiempo ruinoso,
aviva su fuego de gloria con destronado afán.

Pero no me inquieta que su demanda
insista sobre mi frente con su vetusto aguijón.
Ese dolor tan sólo puede reforzar mi plegaria,
desnuda música que se arpegia...
sin palabras y sin dioses,
sin súplicas ni lamentos.

Ondea el estandarte em el abandonado faro,
vestigio de una voluntad siempre indómita.
Alargo mi mano saludando su vaivén en la brisa,
parece responderme con una reverencia
mientras el amanecer tornasolado
asoma lentamente en alta mar.


03.2012


lunes, 5 de marzo de 2012

Devano la madeja...





Devano la madeja de recuerdos
que me devuelve a mi primera morada,
pero su hilo es frágil y se rompe
cuando entre espinos se engancha.

Tal vez no deba retornar por la senda
tan arduamente trazada en mi vida,
posibles son atajos y puentes
que cruzan torrentes y barrancos.

Antes de que la última noche me ampare,
quisiera tocar, con el temblor 
que en mis manos ya se instala,
aquel tronco del sauce que acogió mi pena.

Pero solo encuentro piedras desnudas
en el lugar donde se alzaba,
como premonitoria losa que espera
acoger mi cuerpo en su silencio.

...Cuando tú, antiguo amigo, 
ajeno a todo pasees por esa ribera,
donde el agua onduladamente
se dirige hacia el sur en su recorrido;

al detenerte un momento en ese lugar
escuchando el rumor de la corriente,
mientras la primavera asoma en la arboleda
y los tréboles se agrupan en el verde suelo...

Recuerda tan sólo mi nombre,
pero no lo pronuncies.
Mira hacia el horizonte al atardecer,
y sonrie, para que yo te contemple.


03.2012


Protegida por un santuario...



Protegida por un santuario
de hielo y fuego que me desborda, 
prórroga de sueños incumplidos
con el sesgo de sus promesas...

Elevo mi ritual a un cielo
que afila su incansable destino,
en su insaciable tempestad
donde sus rayos desvelan los signos.

Guardé tu amor entre mis manos
con tus manos deshaciéndose entre olvidos,
y tu mirada en el contorno de la sombra
que me devuelve el cenit sobre el suelo.

Leve agonía, disociada en la despedida.
El retorno cruel gravitando en la memoria; 
un rumor de pasos alejándose lentamente
mientras la melancolía busca una lágrima.

El eco devana tu voz sinuosamente,
todavia, sentenciándome en secreto
a una efímera eternidad encadenada
entre alfombrados espejos de un delirio.

Alzar la bandera del llanto, estandarte
que el amor vencido no puede sostener,
con mi nombre y mi rasgado regazo,
con su nombre y su destino truncado.

Extraña ceremonia de vida y muerte
danzando sin temor frente al abismo,
con las alas arrancadas de cuajo
y los ojos ciegos de dolor y de locura.

...Y con marchita majestad avanza
la soledad, en su aletargado festejo.


03.2012

jueves, 1 de marzo de 2012

Te busco...

                                   




       Te busco amigo mío,
      y no te encuentro... 
                         
                 La soledad me ampara como fiel amiga
                 atrapando los tibios surcos
                 que se deslizan en el vacío.

                 Concluyó  la feliz jornada
                 con un silencio sin contornos,
                 en sus ojos entornados.

                 Aquel último abrazo sin palabras
                 ennoblecido en su tibieza
                 duerme en mi regazo.

                 En la quietud de un claustro sin retorno
                 los días pasan lentamente
                 en su callada rutina.


                 ...Y un velo ermitaño clausura
                 la silenciosa despedida.



                  05. 2011  (+ 8 junio 2003)
                 
                                 

LA NOTA AZUL

Chopín buscaba su inspiración recorriedo el piano hasta encontrar lo que el llamaba la "nota azul"


********


 Me arrastras a tu fragua, moldeas mi incertidumbre
para luego abandonarme 
en las tortuosas aguas del torrente
que desciende al barranco.

Y yo te sigo, penitente de mi sombra,
hambrienta de tus promesas,
descalza sobre guijarros,
abandonada a la tempestad de un invierno
que resalta en el camino.

Me rescatas como amante solícito y yo me doblego
ensayando una esclavitud que me conmueve,
en una entrega donde vacío mi cuerpo y mi alma.

Tras de un sueño que me secuestra,
la imágen de mi misma me coge de la mano,
amiga fiel que nunca pronuncia palabras
ni musita gestos.

Y a su lado avanzo en la penumbra,
cuando la bruma entibia todo alrededor,
sin saber
si camino en tierra firme,
o voy acercándome al borde del abismo.

Al retornar a mi mundo cotidiano,
te describo con la paleta que mi subjetividad impone,
en un fugaz trance que me distancia de tí sólo un paso,
para hacerte inaccesibe.

¿Quién vertió música en tu frente, en tu pelo, en tus ojos?...
¿Quién más tarde arrancó el silencio de tus labios?
Mis manos tiemblan... no pueden contenerte.

Sigo la huella de tu descalzo y ligero pié sobre la nieve,
mientras va deshaciéndose con el sol en el cenit...
Cuando quiera volver nuevamente,
nada orientará mi rumbo .

*****

La soledad será mi pareja de baile,
el viento entonará la danza,
un desacostumbrado ritmo.
Donde , para siempre, entregaré mi voluntad.

 Y en la deriva,
las horas irán tejiendo el reposo...
                                   lentamente,
                                  como una plegaria. 


02.2012

Una afilada pregunta...

  Una afilada pregunta del silencio
desafía al insomnio en su sonmolencia.

Vuelve a surgir acerado el aliento
como un retablo en la memoria,
desnudo de su antigo esplendor.
Templo de quietos escudos
que protegen el imperio de las sombras.

¿Acaso incumplió el decreto del destino?
No llames al convite a su alma,
ella quiso enclaustrar su dolor intacto,
y venera en sueños la seca tierra alrededor,
que siempre aventa en su galope incansable.

...Huye del amor cuando lo busca,
desenvaina su espada cuando acampa,
abraza los espinos en vez de cortarlos,
y el reguero de su sangre enajenada
aviva la llama donde se inmola.

Horadar, compañeros, su tumba engalanada;
el brillo de la libertad yace bajo su losa,
amarrada con grilletes de oro y pedrería.
Un vano intento de lealtad a su esencia
le sedujo con su esclavo sudario.

Cuando sus restos sean esparcidos en la marisma
una alfombra de escarcha
blanqueará su cosecha.


02.2012