sábado, 27 de agosto de 2011

Los años te han marcado



Los años te ha marcado
y apenas has nacido...
¿Por qué inquieto ruiseñor
abandonaste el nido
antes de saber volar,
buscando mundos desconocidos?
Como un velo de luces
se abrió tu rostro en la mañana,
cautiva de un tiempo sin retorno.
Y amarrado el velero en un extraño puerto.
ecos y sueños vagando a tus espaldas
dibujaron los días y las noches de tu viaje.

Nadie podrá templar tu frío en la madrugada
transeunte que vagas entre páramos fríos
y valles cubiertos de nieve;
nadie podrá guiar tus pasos bajo las estrellas
donde el camino, oculto por la maleza
dispersa tu mirada entre las sombras.

...¿Podrás deshacer tu pena en el destino
amapola solitaria ?

1996

viernes, 26 de agosto de 2011

¿Por qué me buscan tus ojos?



    ¿Por qué me buscan tus ojos?
   ¿Por qué tu voz me reclama?

   Está escondido mi tiempo
   en un claustro sin palabras;
   silenciosos ya los días,
   sin esperas ni llamadas.
   No me nombres que hoy se aleja
   mi corazón de mi casa.

   Ay!, destino, yo quisiera
   dejarme morir el alma,
    maniatarla con las rejas
   y los yugos de su calma.
   Distanciarme en los caminos.
   Desvanecerme en las aguas...


    Pero tu aliento de luz 
   me despierta en la mañana.
   Te acercas... y yo sonrío;
   tus tibias manos me enlazan
   a través de la penumbra
   de mi orilla solitaria.

   Tu vida me graba cercos,
   tu afán me acorta distancias,
   siembra sueños en mis noches
   y alienta mis tristes alas.
   Quizás ayer dibujé
   senderos en tu mirada;
   un inefable paisaje...
   Y hoy su horizonte me llama.

   ¡Abraza mi desaliento!
   ¡Amarra en tu amor mi barca!
   Que no me ausenten naufragios
   ni me ciñan alambradas.

   Quiebra mi lamento oscuro,
   que no entibie tu esperanza,
   tu soñarme entre los páramos
    de la inquieta madrugada.

    ¿Por qué te buscan mis ojos?
  ¿Por qué mi voz te reclama?

    1990
 

jueves, 25 de agosto de 2011

No dejaste...



No dejaste que mi vida se hundiera en tu regazo,
se llenó ante mi temblor de airadas rejas invisibles,
y acaricié tu miedo y la entrecortada huída entu rostro,
y acaricié el cálido afán de tus manos en la despedida.
Tan sólo en el latir de un instante fugaz
fuiste insondable surco en mi pecho enamorado,
y mi sueño...
tímidamente secuestraba tu cuerpo en la noche.
Ahora,
cuando ya el olvido ha trazado sus barreras
y la tibieza del recuerdo se aleja de los días,
puedo entender que aquel amor en su agonía
con su espada de luz sin oriente,
iba segando el acerado esplendor
donde se abrasaba y se consumía.

Y trazando cercos en el andén de su locura
se entregó al destino
para no sentir su frágil presencia.

...Y cómo el adiós de tu mirada,
prisionera del bálsamo de los besos desvaídos,
franqueaba el paso a la naciente primavera
para que yo,
pudiera recobrar el camino
de mi eterna travesía hacia los mares.


1990


Las palabras se quiebran...

Las palabras se quiebran,
el llanto cansado enmudece.
Una suave brisa enlentece el navío en el ocaso
y tan solo el eco de una olvidada melodía
se escucha entre reflejos de la luna
en el vaivén del agua...

Suelta ya marinero tus amarras, 
despliega tu vela al viento
y deja que el timón te lleve en el azar de tu destino.

Cuando mires a lo lejos recortado en la niebla
el puerto donde quisiste amar,
dondel el día lluvioso
baña sus esquinas como bálsamo dormido,
quizás creas ver una pálida mano
diciéndote adiós...

Pero tan solo estarás mirando 
el sueño de un mañana
en otra isla.

1997

martes, 23 de agosto de 2011

Presagio

                          
Conmovida contemplé las estrellas
entregando mi vida a una plegaria,
pero los cielos no negocian nuestro destino.

Una vez más vuelvo a la orillas del presagio
donde su extraño lenguaje me confunde.

Altivo el pensamiento se afana en su cortante filo
pero el corazón no puede ser seducido,
y nadando entre las turbias aguas
abre sus ojos para contemplar el día.

Tamizada la luz en el tortuoso torrente
esconde impasible la voz del secreto.

Volverá sublime a mostrarme su insisgnia
sin que tiemble su cetro sobrerano
pronunciando mi nombre por última vez.


11.2000

No puedo abrazar...

Rincon del Arga en Pamplona



            ¿ Por  qué,  una vez más,   no  puedo  abrazar cuanto  deseo  sin  que  un tricionero sesgo  quiebre el cálido remanso de mi sentimiento ?
            ¡ Si pudiera  expandirme  como  un  manantial bañando  todo  cuanto  me rodea!   Pero, como tantas veces, me afano en humedecer desiertos donde ninguna brizna de hierva, ninguna flor se esmalta con el agua...
          Aún  así,  regaré  las  silenciosas dunas, porque cuando  el silencio se empapa de rocío todavía es posible soñar esperando el tiempo en que florezcan los vergeles.

             El  camino ha sido largo, la dirección extraña y confusa, pero ya concluído su difícil rumbo, puedo descansar en el umbral de su ocaso.
           Yo  fuí  también  parte  de  ese  camino,  y  el  aliento de la vida pasó a través de mi cuerpo, dejando que otros ojos la contemplasen y que otras manos la acariciaran...  Y así, en lo más recóndito de su esencia, escuché el misterio,  y su palabra sin sonido, y su voz sin palabras.   A veces, como un eco distendido, el rumor del arroyo me traduce su cánon apacible.
                
          Como  el  aleteo  de  la  mariposa  que   vuela  entre  los  rosales, sin lanzas ni estandartes, entregada a su breve tarea, es  hoy la emoción que se libera del antiguo yugo .  Un pétalo desgajado que lentamente se hundirá en el océano para pertenecer al infinito.

                                                        *****
  
            Hace  ya  tiempo  que  contemplo  el  ajetreo  del  mundo  y  sus  cuitas desde la otra orilla, donde tantos destinos se afanan inutilmente; tan fugaces como aquellas motas de polvo que brillan al trasluz de la mañana cuando un rayo de sol penetra por el ventanal.

           La  despedida  se  ha  consolidado  y  el  adiós  se  queda  aleteando entre los juncos.  Tímida es la jornada del corazón desnudo y apacible, interminable el rumor de sus pasos cuando la hojarasca suena, canción que canta su arpegiado estribillo entre los reflejos de la vidriosa  corriente... y en su espejo escondido, el amor busca ramas donde anidar.

11.2000

         

lunes, 22 de agosto de 2011

Abrio sus ojos al miedo...

                                                  
                                                      Abrió sus ojos al miedo,       
                                                      cuando mirando hacia el día
                                                      creyó que la oscura noche
        le atrapaba en sus aristas;
        y que su incierto sendero
        lo surcaban hondas simas.

        ...Un llanto de airada pena
        se filtraba en su sonrisa.

         Quiso volar entre rejas
         creyendo se golondrina,
         y encadenada al invierno
         de una eterna despedida,   
         caminó entre las zarzas
         soñando templadas brisas.

                                   ******


   Dormirás cuando los campos
   florezcan en tus orillas,
   en un letargo tranquilo,
   pequeña luz de ceniza.
   Lejos de aquel destierro
   donde sangraba tu herida.

   Y cruzando la frontera
   de la errante travesía,

   por mares sin tempestades
   y praderas sin sequía,
   una silueta olvidada
   cogerá tu mano amiga.
   Y entenderás el secreto
   que entre brumas presentías.


    1995


domingo, 21 de agosto de 2011

Un tibio remanso


                 
Un tibio remanso cubre mi pesar
y entre lágrimas nuevamente sonrío,
porqué ya lejos de estas amarras
olvidaré el doliente paso de mis días.

Y allá donde los cometas se pierden,
lejos, entre las estrellas,
un mágico velo de presentidos sueños
hará que la noche me cubra con su manto de amable penumbra.

Y todavía guardando el ansia en sus remos
quedará mi barca meciéndose en la tranquila orilla.
Y al pasar junto a ella,
quizás conozcas, desconocido amigo,
cómo un corazón se fué desangrando
en el acompasado vaivén de las olas.

...En la suave brisa del apacible atardecer 
tal vez sientas que alguien te llama
y coge tu mano para llorar en silencio.

1995

viernes, 19 de agosto de 2011

A UN NIÑO MUY QUERIDO

1 año
          
          En sus manos mensajeras
          el  viento cantar  parece
          como un rumor atrapado
          en el perfil de los duendes.

          Tibias noches estivales
          se dibujan en su frente,
          navegando en su sonrisa
          campanas y cascabeles.


                            3 años
   Como antorchas encendidas
   dentro del alma se vierten
   sus ojos, flechas de lunas,
   rompiendo muros de nieve.

  Y en la luz de su mirada
   le fluyen amaneceres,
   volcán que abraza misterios
   donde los ángeles duermen.


6 años
           En el cielo de su magia,
           arroyo de cauce verde,
           como una nube de estrellas
           en un velero celeste;

           el caudal de sus palabras
           volando sobre corceles,
           desvela cercos de sombras
           que en su leyenda se encienden.


hoy
   ¿Cuántos momentos le esperan
   de espinas y de laureles,
   en la larga travesía
   de su vida hacia el poniente?

   ¡Que no se apague su brillo!
   ¡Que no se seque su fuente!
   No le amarréis el aliento,
   dejadle ser niño siempre.

   09.1994 (nacido 1991)


Ya vuelve a plegar sus alas...



       Ya  vuelve  a plegar sus  alas,
             ya vuelve a cerrar su concha
             el amor desorientado
             en el claustro de las sombras.

                   Rompió diques y vallados
                   en su furia silenciosa,
                                       inundando los senderos
                                                      del camino de sus horas.

         Quiso abarcar anchos mares
       en la cresta de sus olas,
       varado quedó el velero
       entre solitarias rocas.

        ¿Por qué le abrazan anhelos
       y le secuestran auroras,
       si le esperan tempestades
       atrapadas en su forja ?.

         Gestos mudos sin palabras,
       como un vendaval de antorchas,
       le cercan entre malezas
       y en su sima se desbordan.

                                                  Yermos prados va sembrando
                en el lienzo de su historia,
              semillas de soledades
              y esperanzas silenciosas.

                 ...Y vagando entre cipreses
                 su silueta se abandona
                 entre sonrisas y lágrimas,
                                    entre zarzas y amapolas.

                                                      1995

jueves, 18 de agosto de 2011

EL CORREDOR DE LOS ESPEJOS

                  

Inspirado en lo que un niño de siete años
me dijo en una historia inventada por él en uno de sus juegos:
Era sobre un hombre, perdido primero en la selva, 
después extraviado en una cueva buscando la salida.
Al final dijo el niño:
"Se ha roto el espejo en mil pedazos 
y ya nunca podrá encontrar la realidad" .



        ...Abría una puerta y detrás de la penumbra un espejo reflejaba otra estancia. Otros seres, siluetas desacostumbradas, noches de ceniciento temblor; la fiebre desbordaba sus pensamientos en un incesante chapoteo sobre un estéril páramo envuelto en grísacea bruma.

          Hubiera  querido ser dueño de su destino, pero se encadenó a engañosas utopías y no pudo romper las cadenas. Se ensalzaba su sueño en un afilado halo de embriaguez , y cabizbajo, maldecía las piedras del agreste camino embozado en la rigidez que intentaba seducirle.

           Tras  de  otra  puerta  del  corredor de  su  delirio,  contempló  en  otro  empañado  y  viejo  espejo, su propia silueta protegiendo con avaricia un poderoso cetro en su regazo, sobre los hombros, el regio manto decorado de ambiciones, raído y deslucido... Alargó su mano para tocar esa silueta ambivalente y quemaba su piel con el ácido amargor de la derrota.

           Y  así  en  la  delirante  búsqueda de su alma avanzó por ese lugar insaciable mientras la inquietud se desbordaba como sudor helado sobre su rostro. Brillaba una tenue luz macilenta entre las ranuras de cada una de aquellas puertas donde una inscripción apenas se hacía visible para sus enrojecidos ojos.

            En  cada  una de las estancias,  un espejo insolente reflejaba los diferentes aspectos de su existencia, lienzos algunas veces festivos , pero siempre mensajeros de una sinuosa farsa en un errático mundo.

            El  ya  sabía  qué  significaban  estos estados,  pero  altivo  y desdeñoso trataba de negar ese escenario; negaba con obsesivo ahinco la censura de su mente; enajenaba la mensajera evidencia ... con una triste y deforme mueca en la sonrisa.

            Allá  confluía   cada   mentira  de  sí  mismo  mostrando  con  altanero  orgullo y demoníaco placer a su alrededor, despreciando la alarma de su más íntima esencia.  No puede vestirse el verdugo de generoso perdón, ni el despiadado de amable generosidad . Nadie puede fingir amor sin que el puñal del odio se extienda en la dureza de su mano . Olvidó que los ojos delataban siempre la evasiva ausencia de su mirada. Una degradante autocompasión impulsaba reyertas de agónica fuerza.

           Tras   de  una  nueva  puerta,   contempló   su   más  amarga  verdad... ¡Pobre desgraciado!, se había entregado con sumisa  pleitesía a la ruina de su  máscara, y ahora, desnutrida la tez, no puede recobrar ni siquera el bálsamo de una lágrima.  Espeso, el llanto quebrado resbala en sus mejillas como hirientes garras que lacerantes perturban la necesidad del descanso.

          Queda  un  recuerdo  perdido  en  el  cauce  de su  memoria llamándole con dulce voz en un último y vano intento de redimirle, pero desprecia una vez más  con furia aquella templanza.

           La  muerte   solo  es amable  compañera  de  la  vida  cuando  el  amor  renace  en  su desnudez a pesar de la decadencia, y cobija en su cálido refugio al que se entrega sin que la desconfiada reserva le confunda. Pero él, envanecido en su prepotente orgullo levanta alambradas a su alrededor desafiante en su coraza de vanidades... aunque el dolor le atenace y desgarre sus entrañas.

          Al   final,   desesperado,   se   lanza  furioso  rompiendo  el  último espejo, el único que devolvía fielmente su verdadera imágen, quedando prisionero en cada uno de sus afilados fragmentos, y un grito imposible se apagó para siempre en  su garganta. 
  

02.2011

             

miércoles, 17 de agosto de 2011

La juventud se ha desvanecido

       La juventud se ha desvanecido como un beso furtivo en el oscuro perfil del tiempo, pero todavía el corazón como errante peregrino desea apurar su incansable viaje.

         Los  sueños  no mueren y en su incansable prado una y otra vez reclaman la primavera para florecer en sus orillas, y aunque la nieve rezagada deshoje los primeros brotes, la exaltada estación abre su amante regazo tallado de promesas, palideciendo de  emoción como una joven novia, mientras, el  transparente rumor del agua repite su ondulante estrofa.

          Quizás   deba  ya dormitar el incansable viajero de la rutina de su predestinado trayecto, dejando que el viento y la lluvia ignorantes de su deseo tracen el cambiante surco en el camino.

        El  eco  de  tu  voz,  mi viejo  amigo,  me  llega  desde los  ramales, y el delirante empeño se asoma a su espejismo para secuestrarme. Largo  y extraño fué el adiós apenas susurrado  en el atardecer de aquel otoño , como sombras deslizándose atrapadas por la espesa bruma...

     La  promesa  no  pronunciada y un nostálgico rubor de esperanzas intenta empujar mis pasos en el huérfano sendero;  pero como el viajero que ya cansado se deja vencer por el sueño, quisiera yo también, al abrigo del frio, en cualquier lugar desconocido, cerrar los ojos y apaciguar el inquieto latido, que con insistencia quiere llegar hasta tu puerta.


 1999                                               
                                                       

martes, 16 de agosto de 2011

Triste locura



¿No aprendiste a querer sin que las lágimas
bañasen la penumbra de tu sonrisa?
Triste locura dejar que te amasen
porque ya no eres libre, y a menudo,
el dolor atraviesa tu pecho.
Y como una sombra extranjera en su sueño,
quieres escapar de la esperanza y su incierta ribera,
pero su anhelo te persigue con el eco de tus pasos presurosos.

¿Acaso no sabes todavía
que podrás tocar la luz de las estrellas
cuando cogiendo su mano en la noche de la vida
atravieses el oscuro túnel de tu viaje?
El sol cegará tus ojos al final del trayecto
y podrás dormir dulcemente recostado en la floresta.

Un susurro lejano
como si alguien pronunciase tu nombre
en una canción de cuna olvidada
acompasará tu descanso,
para que no te inquietes.

El amor ha de poseerte
en su cerco de fuego azul,
y entenderás su mensaje secreto.
Aquel que tu corazón pudo escuchar
antes de que el sol del oriente
iluminase tu destino.

1997
             
            

No cojáis mis manos...

         No  cojáis  mis  manos  aunque  yo  las  tienda hacia vosotros; no supe deshacer el gesto de amor acostumbrado y hoy me hiere como incandescente acero y no deja que la quietud del ocaso me lleve lentamente al final del este azaroso crucero.

        No  quiero  que  contempleís  las  lágrimas  de mi  despedida.  Deseo tan solo que el agua de una templada lluvia empape mi piel mientras camino ensayando un profundo silencio, envuelta en los tibios brazos de la noche.

       Y  tú,  mi sonriente amigo,  mi más amado compañero...  deja  que  un paciente olvido te secuestre  y disuelva el ansia que puse en tu sendero, porque tu querencia rompe hoy mis alas hacia el poniente y amarra entre espinas mi descanso.
       Te  entregué  cada  latido  de  mi  corazón  aunque  tu  no  lo supieras... pero hoy me pertenecen los últimos pasos de esta larga travesía, y el anclaje  de un reverenciado destino.

         Cuando   al   trasluz  de   la  atardecida  otoñal  veas  mi  mano diciéndote adiós a lo lejos, en la avenida que bordean los castaños donde el acompasado rumor de sus ramas entona su acostumbrada melodía; mientras sientes la caricia que el viento deja en tu piel  evocando  nuestros amantes encuentros... si por un momento recuerdas la complicidad de nuestros ojos al mirarnos, 


entenderás la lejanía que hoy anhela mi alma, 
porque ya siento la llamada insistente
del otro lado de las cumbres.

1999
              

sábado, 13 de agosto de 2011

Perdida entre rotos sueños

mi hermana nenor

Perdida entre rotos sueños
el atardecer del otoño le fué dorando el amor dormido
y hoy vaga entre silenciosos senderos
que los álamos bordean,
cristalizando el anhelo
entre enterradas promesas.

Corazón inquieto,
¿por qué te afanas todavía
si ya entre tus aristas
la luz se ha derramado?...
Los campos descansan bajo la nieve,
igual que tu destino se  adormece embelesado en su rutina.

El timonel abandona el rumbo
y el viento del oriente
empuja su navío
lejos del litoral antiguo.

Cicatrizará tu herida
mientras la horas se deshacen en la bruma.
Y el bálsamo del olvido esmaltará un nuevo tiempo
hasta el día en que se erice tu piel
cuando un amor desconocido
acaricie el aire que respiras.

1999