viernes, 19 de agosto de 2011

A UN NIÑO MUY QUERIDO

1 año
          
          En sus manos mensajeras
          el  viento cantar  parece
          como un rumor atrapado
          en el perfil de los duendes.

          Tibias noches estivales
          se dibujan en su frente,
          navegando en su sonrisa
          campanas y cascabeles.


                            3 años
   Como antorchas encendidas
   dentro del alma se vierten
   sus ojos, flechas de lunas,
   rompiendo muros de nieve.

  Y en la luz de su mirada
   le fluyen amaneceres,
   volcán que abraza misterios
   donde los ángeles duermen.


6 años
           En el cielo de su magia,
           arroyo de cauce verde,
           como una nube de estrellas
           en un velero celeste;

           el caudal de sus palabras
           volando sobre corceles,
           desvela cercos de sombras
           que en su leyenda se encienden.


hoy
   ¿Cuántos momentos le esperan
   de espinas y de laureles,
   en la larga travesía
   de su vida hacia el poniente?

   ¡Que no se apague su brillo!
   ¡Que no se seque su fuente!
   No le amarréis el aliento,
   dejadle ser niño siempre.

   09.1994 (nacido 1991)


1 comentario:

  1. Continúo leyendo poesía en tu blog, Virginia. Todos los poemas me gustan, pero éste me conmueve especialmente; tengo un pequeñajo "niño muy querido" y al leer le pongo su carita a tus versos. :-)

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