Abrió sus ojos al miedo,
cuando mirando hacia el día
creyó que la oscura noche

y que su incierto sendero
lo surcaban hondas simas.
...Un llanto de airada pena
se filtraba en su sonrisa.
Quiso volar entre rejas
creyendo se golondrina,
y encadenada al invierno
de una eterna despedida,
caminó entre las zarzas
soñando templadas brisas.
******
Dormirás cuando los campos
florezcan en tus orillas,

pequeña luz de ceniza.
Lejos de aquel destierro
donde sangraba tu herida.
Y cruzando la frontera
de la errante travesía,
por mares sin tempestades
y praderas sin sequía,
una silueta olvidada
cogerá tu mano amiga.
Y entenderás el secreto
que entre brumas presentías.
1995
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