La piel , desierta y fría, se calienta en la soledad, la única compañera que nunca le abandonó; hace tanto tiempo que amorosamente se acurruca junto a ella, y siente como acaricia sus cabellos con tenura , cuida sus noches y las aristas de sus fantasmas a veces se alejan sin ruido. " Mi bella amiga, que largo este camino que nunca comienza y nunca acaba..." le susurra, y una pequeña luminaria brilla por un breve momento en sus opacos ojos.
Sigue mirando a través de su ventana como si el mundo se acabase en su transparencia, y el exterior perteneciera a otro sueño que ya no puede soñar . Abraza su melancolía con un ensayo de emociones recobradas y se aísla ensimismada en su desierto poderío.
Un letargo le conmueve hasta que una ráfaga casi de vida tiembla en su rostro y se inclina con sospresa al descubrir la blanca rosa que alguien ha puesto en sus manos.
El ha venido y yo dormitaba, - piensa - volverá otro día, se sentará a mi lado para siempre - .Este fugitivo pensamiento le alienta y le perturba. El horizonte embiste los claroscuros del jardín, su pincel transforma los colores como en un juego de dorada espuma . La rosa cae de sus manos al suelo ... y no hay lágrimas para el lamento que oprime su garganta.
Un día más que fugazmente transita en ese claustro, rozando los umbrales que
circundan el laberinto de los dioses.
2005-2011 (PAISAJES DE INVIERNO)
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