jueves, 1 de marzo de 2012
Te busco...
Te busco amigo mío,
y no te encuentro...
La soledad me ampara como fiel amiga
atrapando los tibios surcos
que se deslizan en el vacío.
Concluyó la feliz jornada
con un silencio sin contornos,
en sus ojos entornados.
Aquel último abrazo sin palabras
ennoblecido en su tibieza
duerme en mi regazo.
En la quietud de un claustro sin retorno
los días pasan lentamente
en su callada rutina.
...Y un velo ermitaño clausura
la silenciosa despedida.
05. 2011 (+ 8 junio 2003)
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