martes, 20 de noviembre de 2012

Nuevamente cae...

Federico Bebber















Nuevamente cae sobre sus párpados
el invisible velo de la melancolía,
balanceándose sobre un péndulo que marca los minutos
en un antiguo reloj colgado en la pared. 
Acurrucada en la estela que desprende,
no pregunta por qué aparece de improviso. 

Con inercia se entrega a la sutil dictadura;
amante seducida y despechada
mientras es poséida en su ebriedad. 
Una milenaria droga penetra en su boca,
lame sus sentidos con ácida adormidera,
que penetra en su piel voluptuosamente,pero sin alma.

El seísmo de un violento placer
agita su desgarro ,
fantasía que nutre rendijas culpables
de su alargado y perturbador gemido.


***

El censor marca con sus nudillos la puerta
que chirría cuando con violencia se abre...
Su ceño confuso entre demonios y dioses
se excita , se derrama estéril en el suelo
vencido por el aguijón del deseo.


Dolor y gozo se funden en ella,
 en un gesto donde la voluntad se rinde,
 le conmueven  en ancestral ternura;
y en el delirio del licor no apurado
se acerca acariciando 
 el llanto de fuego de aquellas mejillas ,
y las bebe insaciablemente hasta fundirse
en el cenit de un abrazo incandescente.


El viento del sur embalsama el atardecer
en un dormitar donde el aire es tan denso
que los dedos pueden rasgar su tejido.

11.2012
    Virginia F.A.    
          
 

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