domingo, 3 de julio de 2011

...Ese amor

¿No es la sumisión frecuentemente una dictadura maquillada? Que extraño es el ser humano, con demasiada frecuencia convierte en razón el delirio, el error...y se extiende contaminando cuanto puede en su recorrido, como aire envenenado.
 
¿Me quieres más que a nadie? me preguntó. Pregunta atávica...Le conesté : "Te quiero más que a mi vida pero menos que a mi libertad."


Y añadí al ver que fruncía el ceño : "PERO ESTA LIBERTAD ES LA QUE ME HACE ELEGIRTE Y AMARTE" (esto sucedió realmente)


Gracias, amor, por haberme hecho ser mejor persona, con tus buenos y malos momentos,con nuestras paradojas, con un largo recorrido. Con tus limitaciones y las mías... Tuve que afinar el compromiso, y luego surgió la melodía, y todavía su sonido permanece.

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