Si, la locura nos hace diferentes,pero nadie tiene la verdad absoluta; lo que a mí visceralmente me ocurre es que empiezo a estar cansada de luchar -bien en"contra" bien al lado, para sentir que el suelo se hunde muchas veces bajo mis pies.
Todo lo que siento y tengo que guardarlo dentro; es prudencia, y quizás cordura. Pero mi cabeza quiere ausentarse....y esto es peligroso..."-Tus pensamientos y tus ideas te hacen libre, puedes dejar que vayan dónde quieran".
¿A costa de qué y cómo? La libertad puede ser un arma peligrosa según la utilicemos, y nos podemos arrepentir y ya no sentirnos bien mientras vivamos.
"-Tu mente puede viajar a lugares a los que tu cuerpo nunca iría."
Ahí soy la reina absoluta, es mi interior y solo a mi me pertenece. Pero es mi mundo, y por lo tanto la subjetividad absoluta, y no lo puedo convertir en un maremoto hacia afuera.
Que bueno sería, vagabundear sin rumbo fijo, que los sentimientos sean como las nubes que pasan y se van, vivir virtualmente "la nada" y que mis lágrimas solo sean las gotas de la lluvia que ellas me envían....Pero el vértigo no podría abandonarnos; estamos, estoy, hecha de emociones y sentimientos, sería como llevar tras de mi una bola de nieve que estuviera agrandandose más y más, hasta que todo estuviera helado, y muerto irremediablemente.
La subjetividad tiene el sentimiento, no se deja llevar por razones sino por emociones... Ya solo quiero paz... y muchoi más para todos vosotros (....) que incluso para mí. A veces renuncio a lo que tengo de amable en mi interior intentando que contagie lo que me rodea. La gran paradoja es que cuanto más renuncio más crece todo eso en mi interior, y esa sinfonía levita demasiado...
Tengo llaves que abren muchas puertas... quizás; pero hasta llegar a ellas no me había percatado que solo son muros que no puedo romper.....el entorno es algo cruel , inadecuado, lleno de interferencias...
Mi sentido de la justicia deja la lanza y solo puede llorar.
La lanza se rompe, los años la abandonan. Y a veces interiorizo ese ímpetu que no cabe ya dentro de mí. Y no quiero gritar en ese abismo que percibo, en ese agujero que se traga a sí mismo.
La excalibur...
¿Tu la ves? ¿La percibes, la comprendes? somos demasiado precarios para tanta envergadura. Esa espada esta en el fondo del lago, y su reencarnación se desmaya en la orilla , y eso es lo razonable, porque así puede descansar al menos.
El tiempo de los luchadores conscientes se pierde entre los desiertos de tantos errores que se perpetúan a sí mismos, como un cancer que muerde las entrañas, la única solución a veces es un gran estallido, un enorme caos que limpie todo, y pueda renovar lo que aún pueda ser salvado.
Justicia y amor hacen buen matrimonio pero nunca pueden entenderse bien. El sentimiento y la mente son dos personajes con distintos lenguajes e incluso de distintas dimensiones. Y se atraen poderosamente. Pero a veces esa gran fuerza cuando cree que construye, destruye. Hay que abrazar con humildad ese claro-oscuro, esa contradición que llevan en su esencia.
El ying y el yang... ¿y el lugar de la templanza? Me gusta esta palabra, que tambien es " templar la espada" - En, fín, envainarla, llevarla, siempre en retaguardia. Y mostrar seriedad y sonrisa.
"-Por eso tu espíritu es libre de coger a Excalibur!"
Y más libre todavía para esconderlo nuevamente y esperar que un alma noble la rescate. ¿La tenemos ya entre nosotros?
Tenemos si la maravillosa índigo, el amor más sincero, tenemos que literalmente " rezar " por la integridad de su libertad, y que su gran corazón nunca !nunca! deje de ser como es.
Gracias por tu vida, Oihane mi hermosa niña.
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