viernes, 15 de julio de 2011
DESPEDIDA
Si no podéis mirar con alegria
cómo declina la vida en mi cansada frente,
no me acompañéis en el último tramo
del camino.
Decidme adiós, compañeros,
y podré sumergirme en un lago profundo
sin riberas de recuerdos.
Desnudaré mi cuerpo de los gastados días,
soltaré amaras de latidos,
y la nieve del invierno
apagará el rescoldo de la hoguera.
No es triste la despedida
porque regreso al país de donde vine,
y allá me espera el haz de luz
que impulsó mis pasos
en la tarea encomendada.
Le sonrío a mi sueño
y el dulce beso de la madre muerte
cierra las heridas del destino.
Atardece mi piel ,
como una sombra en el llano del bosque
desnudándose de antiguas preguntas
sin respuestas.
Los dedos de la noche
acariciarán la huella de un amor
sin velos de fronteras,
mensajera de silenciosos ángeles
que van cerrando las puertas de la historia.
Y en las orillas donde acampé
florecerán otras primaveras.
1996
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