jueves, 7 de julio de 2011

ACEQUIA SOMBRIA




   Se cuarteaba la luna en la acequia sombría
   con un tribal conjuro de juncos enlazados.

   Llega el tiempo del clamor airado
   pero su envejecido destino
   apenas si puede musitar
   una triste canción

   Los dioses zarandean desde sus frías atalayas
   oteando los valles enmarcados de ruinas y maleza.

   Su muerte está cada vez más cerca,
   y sujetando las frías cadenas
   que la historia dejó en su mundo
   solo pueden llorar.

   ¿No escucháis amigos silenciosos un rumor diferente
   que desde el vacío atemorizante quiere destruirnos?

   Pero los signos no desaparecen.
   Nosotros lo sabemos y ansiosos
   por atrapar su candil centelleante
   confundimos el rumbo.

   El día de la tempestad se afana en rodearnos,
   ceniza de esperanzas donde las huellas perduran.

   ¿Quién venerará su estela
   apenas dibujada en el horizonte,
   cuando la noche silencia insistente
   el último llanto?

   Mana la fuente de fuego en la helada y lejana tierra
   y la ventisca oscurece el amanecer de un nuevo día.

02.2011
  

   

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