Entre sonrisa y sonrisa
la soledad embalsama
la sequía en la ladera

Mira sin brillo su estirpe,
entre cruces y alambradas.
Deja su antorcha en la nieve,
pero ella nunca se apaga.
Contempla a su lado el cerco
que dibujaron sus lágrimas;
volcán que arrasó cosechas
bajo el fuego de su lava.
Un lodazal de silencios,
epílogo de esperanzas
quiso reinar en la umbria
con su corona de escarcha.
*****
El vergel vuelve a expandirse

expandiendo su perfume
donde los jilgueros cantan.
Y el amanecer inunda
la clausura de su alma,
campanil que invade el sueño
como una secreta alarma.
No mueras en la tristeza
mujer que luchas y avanzas,
entre piedras y entre espinas,
entre ruinas y cascadas.
Tu fuerza es brisa que acuna
al que en tu trayecto acampa,
y tu amor encuentra el rumbo
que el destino le negaba.
10.2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario