lunes, 26 de septiembre de 2011

Como un aliento escondido...

       Como un aliento escondido
       se deshoja en su garganta
       el viento de los recuerdos,
       la imágen de la esperanza.

       Hendió el aire con su llanto
       en un vuelo sin mañanas;
       no escuchó el eco lejano
       de quien tanto le llamaba.

       En los altos roquedales,
       con su pena solitaria,
       aguardó el último invierno
       dejando morir sus alas.

       Y acaso en su oscura pena
       un cerco de luz le baña
       despertando el triste cuerpo
       desde las cumbres lejanas.

       Dormita de nuevo y siente
       su sonrisa secuestrada.
       Le diseña nuevos prados
       el anhelo en su mirada.
 
       Deja que la vida lleve
       tu caminar sin palabras;
       que en tu amor deje su fruto
       la primavera soñada.


       1995

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