La niña no duerme

al cielo le lleva,
carruaje de nubes
en prados de estrellas.
El alba encendida
deshace tinieblas
y el rey de las sombras, huraño se aleja
pintando en el suelo
su terca silueta.
Un ferial de luces

las ramas se agitan
con suave pereza,
el ruiseñor canta
volando en la niebla.
La niña no duerme,
solamente espera
ponerse su blanco
vestido de fiesta,
de rojos botones
y cinta de seda.

de sinuosas crestas
el sol ya cansado
de brillar se acuesta,
vistiendo un pijama
de brumas violetas.
Coronas de escarcha
los arbustos besan,
la faz del arroyo
la luna refleja
cantando en su espejo
estrofas secretas.
La niña no duerme

- los ojos cerrados ,
las manos muy quietas -
con viejos amigos
de antiguas leyendas.
Buscando otro sueño,
risueña se aleja.
Esmaltado nacar
a su lado tiembla
dorando el silencio
de azules vidrieras.
2000
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