de mi pena en este día?
¿Por qué me despiertas llantos
y esperanzas imprevistas?
A mi pesar he ceñido

Y ya no quedan más senderos
donde grabar nuestra vida.
El ayer tranquilo duerme
entre quejas y sonrisas,
caminando atardeceres
en su bruma anochecida.
... Hemos arado los campos,
ya segamos sus espigas,
es ya tiempo de aquietarnos
y aprendernos despedidas.
Amor, no me sueñes ansias,
no me desveles ventiscas,

no remuevas las cenizas.
Aunque al mar no navegamos
ni anduvimos altas cimas,
ya cruzamos nuestros ríos
y exploramos las colinas.
Los bosques y sus helechos,
los valles y las umbrías...
De nuestra tierra ignorada
de nuestra sangre escondida.
¿Por qué hoy me desbordas diques?
¿Por qué inundas mis orillas?
... Y en el hogar de mi ausencia,
¿Por qué me siembras caricias?.
1990
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