Como un aliento escondido
se deshoja en su garganta
el viento de los recuerdos,
la imágen de la esperanza.
Hendió el aire con su llanto
en un vuelo sin mañanas;
no escuchó el eco lejano
de quien tanto le llamaba.
En los altos roquedales,
con su pena solitaria,
aguardó el último invierno
dejando morir sus alas.
Y acaso en su oscura pena
un cerco de luz le baña
despertando el triste cuerpo
desde las cumbres lejanas.
Dormita de nuevo y siente
su sonrisa secuestrada.
Le diseña nuevos prados
el anhelo en su mirada.
Deja que la vida lleve
tu caminar sin palabras;
que en tu amor deje su fruto
la primavera soñada.
1995
lunes, 26 de septiembre de 2011
Iba muriendo despacio...
Iba muriendo despacio
para no sentir la vida,
mirando el vaivén del tiempo
en las aguas de la orilla,
contemplando entre sus ondas
su imágen, silueta antigua.
Reina de un mundo imposible,
prisionera en su trono de espinas.
Mecía el sauce su pena
sin entender la agonía
que a sus ojos se asomaba
como cauce de sequía.
Y entregada a su destino
por no llorar sonreía.
...Ondina de aliento oscuro
que entre los juncos canta y olvida.
2000
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Cura tus heridas...
Cura tus heridas con el bálsamo del silencio
y no vuelvas la cabeza cuando tu caminar se sienta cansado,
y la arena del sueño cierre tus ojos.
Debes continuar aunque el frío de la noche rasgue tu piel
y la fatiga encadene el latido de tu corazón...
¿Te atraparon los escombros de un tiempo sombrío?
Alcanzaste la locura y en ella pudiste sonreir
sumergida en el vaivén de sus aguas sin cauce.
...Al otro lado de los solitarios campos,
alguien aguarda tu llegada,
aunque no sepas su nombre
ni conozcas su rostro.
1996
martes, 20 de septiembre de 2011
MIGUEL HERNANDEZ
Mil momentos te han nacido,
te han muerto otros mil instantes,
amigo de las espigas,
compañero de las aves.
Tristemente te amaneces
en tus palabras de sangre,
tristemente te despides
ermitaño entre los sauces.
Dejas tu huella indeleble
entre los sueños del aire,
que ayer abrazó tu tierra
y hoy se duele en su estandarte.
No te dormirá el olvido,
no te cubrirán rosales
con perfumes de nostalgias
y lágrimas de la tarde.
Y atravesando las brumas
en los desiertos paisajes,
como viento de semillas
retornará tu mensaje.
1994
lunes, 19 de septiembre de 2011
Como un esclavo centinela...
Como un esclavo centinela
amarre tu cuerpo a mi cuerpo...
Y las alas se quebraron
entre sus rejas de fuego.
Se fué secando el caudal
vencido por el silencio,
y hoy la tierra yerma envuelve
en su epitafio aquel tiempo.
En el centro de la muerte,
con su reyerta de hielo,
afilando sus espacios
el adiós me fué envolviendo.
Un redoble de esperanzas
fluye en vano con el cierzo,
y entre afilados peñascos
tan sólo se escucha el eco...
La alameda se deshoja
lentamente como un sueño
que embiste a la fría noche
en su nostálgico lienzo.
Corona el dolor mi llanto
cincelando los recuerdos,
que desfilan entre sombras
orgullosamente ciegos.
*****
El amor de nuevo tiembla
en el umbral del destierro.
Amigo, ¿acaso me llamas?...
¿Tu voz suena entre los setos?...
09.2011
amarre tu cuerpo a mi cuerpo...
Y las alas se quebraron
entre sus rejas de fuego.
Se fué secando el caudal

y hoy la tierra yerma envuelve
en su epitafio aquel tiempo.
En el centro de la muerte,
con su reyerta de hielo,
afilando sus espacios
el adiós me fué envolviendo.
Un redoble de esperanzas
fluye en vano con el cierzo,
y entre afilados peñascos
tan sólo se escucha el eco...
La alameda se deshoja
lentamente como un sueño
que embiste a la fría noche

Corona el dolor mi llanto
cincelando los recuerdos,
que desfilan entre sombras
orgullosamente ciegos.
*****
El amor de nuevo tiembla
en el umbral del destierro.
Amigo, ¿acaso me llamas?...
¿Tu voz suena entre los setos?...
09.2011
viernes, 16 de septiembre de 2011
CANCION DE LA NIÑA MUERTA
La niña no duerme

al cielo le lleva,
carruaje de nubes
en prados de estrellas.
El alba encendida
deshace tinieblas
y el rey de las sombras, huraño se aleja
pintando en el suelo
su terca silueta.
Un ferial de luces

las ramas se agitan
con suave pereza,
el ruiseñor canta
volando en la niebla.
La niña no duerme,
solamente espera
ponerse su blanco
vestido de fiesta,
de rojos botones
y cinta de seda.

de sinuosas crestas
el sol ya cansado
de brillar se acuesta,
vistiendo un pijama
de brumas violetas.
Coronas de escarcha
los arbustos besan,
la faz del arroyo
la luna refleja
cantando en su espejo
estrofas secretas.
La niña no duerme

- los ojos cerrados ,
las manos muy quietas -
con viejos amigos
de antiguas leyendas.
Buscando otro sueño,
risueña se aleja.
Esmaltado nacar
a su lado tiembla
dorando el silencio
de azules vidrieras.
2000
ELEGIA
Atravesaste tu muerte
a dentelladas de un sueño,
desarraigando una herida
donde sangra tu silencio.
Ola de sombra y de frío,
luto blanco entre sarmientos,
has talado los cipreses
que cercaban el desvelo.
Tu cárcel de mármol quiebra
un denso polvo en el viento
que oculta rejas de humo
y siembra pozos desiertos,
con tus manos desarmadas
de emociones y de tiempos.
¿ Permaneceré en tu puerta,
durmiente de otro sendero
adornando de añoranzas
solo el surco de tu cuerpo ?
En tu eternidad descansa
un breve adiós sin acento,
ceniza que abraza espinas
y abrasa latidos yermos.
Tu ausencia rasgará olvidos,
tu herencia nutrirá cercos.
Esgrimirás vendavales
afilados con tus huesos.
Y en lontananza la muerte
clavará estacas de cierzo.
1985
lunes, 12 de septiembre de 2011
¿Por qué me enciendes la escarcha...
de mi pena en este día?
¿Por qué me despiertas llantos
y esperanzas imprevistas?
A mi pesar he ceñido

Y ya no quedan más senderos
donde grabar nuestra vida.
El ayer tranquilo duerme
entre quejas y sonrisas,
caminando atardeceres
en su bruma anochecida.
... Hemos arado los campos,
ya segamos sus espigas,
es ya tiempo de aquietarnos
y aprendernos despedidas.
Amor, no me sueñes ansias,
no me desveles ventiscas,

no remuevas las cenizas.
Aunque al mar no navegamos
ni anduvimos altas cimas,
ya cruzamos nuestros ríos
y exploramos las colinas.
Los bosques y sus helechos,
los valles y las umbrías...
De nuestra tierra ignorada
de nuestra sangre escondida.
¿Por qué hoy me desbordas diques?
¿Por qué inundas mis orillas?
... Y en el hogar de mi ausencia,
¿Por qué me siembras caricias?.
1990
miércoles, 7 de septiembre de 2011
CANCION DE CUNA
Entre las alas del aire
del hada del sueño espera
sus ojos para cerrarlos
en su corazón de seda.
Y este niño, inquieto azul,
mueve sus manos que juegan
con los duendes que en la noche
tejen hilos de tinieblas.
Y en el iris de sus dedos
distraído se desvela.
Duerme el pájaro en su nido,
el topo en su madriguera,
... y este pequeño viajero
sueña que en un sueño vuela
queriendo coger la luna,
queriendo alcanzar estrellas.
Y sus ojos aún abiertos
todo el paisaje reflejan.
Suspira un genio en su frente
con templada brisa y besa
sus párpados con silencios
de penumbras centinelas.
La noche canta en la cuna,
junto a su cuerpo se acuesta;
sueña meciendo las horas
rumores que no despiertan...
Y esconde la luz del día
en su regazo de niebla.
1984
del hada del sueño espera
sus ojos para cerrarlos
en su corazón de seda.

mueve sus manos que juegan
con los duendes que en la noche
tejen hilos de tinieblas.
Y en el iris de sus dedos
distraído se desvela.
Duerme el pájaro en su nido,
el topo en su madriguera,
... y este pequeño viajero
sueña que en un sueño vuela
queriendo coger la luna,
queriendo alcanzar estrellas.
Y sus ojos aún abiertos
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"TAKITO" |
con templada brisa y besa
sus párpados con silencios
de penumbras centinelas.
La noche canta en la cuna,
junto a su cuerpo se acuesta;
sueña meciendo las horas
rumores que no despiertan...
Y esconde la luz del día
en su regazo de niebla.
1984
sábado, 3 de septiembre de 2011
Me miras y sonries
Me miras y sonríes,
eterna imágen de mi vida.
El tiempo ya concluye
y todavía no encontré el final del camino.
Los árboles del sendero
se cierran alrededor de mis pasos
y ya no puedo otear el horizonte...
El mediodía declina
y la oscura noche detendrá mi búsqueda.
Me sentí mendigo en tu puerta
y pude entregarte un inmenso mundo de amor,
pero tan solo un anhelo escondido
floreció en mi jardín.
Largo fué el vaivén de los años,
deshazonada y amarga la travesía...
Pero acaso,
cuando mis pies cansados
se graben en la arena del último día;
cuando aquéllos que amé
aún me llamente dulcemente entre luces y sombras,
sabré que no fué en vano
mi caminar entre zarzas...
Y cerrando para siempre
el libro de este extraño peregrinaje,
donde risas y penas se confunden
con su transparente y delicada túnica.
Mi fiel compañero:
¿cogerás mi mano cuando cruce el umbral
de los prados sin retorno?
1994
jueves, 1 de septiembre de 2011
Ruiseñor de silencios...
Ruiseñor de silencios,
¿qué negro olvido encierras?
Nadie vió que los días
empañaron tus ojos
con llantos y penumbras,
anhelos y tristezas,
nadie vió tu sonrisa
perdida entre la niebla.
Como un dolor de piedra,
una herida de fuego
hendirá las montañas,
agitará los mares,
surcará las praderas...
La estrella palidece
allá en el horizonte,
y tus sueños se alejan
rompiendo vendavales
ceñidos por cadenas.
Y el amor permanece,
cruzando los abismos
como una eterna siembra,
allá en las otras cumbres,
allá en los otros campos
soñando primaveras.
Ruiseñor de silencios,
¿qué negro olvido encierras?
1994
¿qué negro olvido encierras?

empañaron tus ojos
con llantos y penumbras,
anhelos y tristezas,
nadie vió tu sonrisa
perdida entre la niebla.
Como un dolor de piedra,
una herida de fuego
hendirá las montañas,
agitará los mares,
surcará las praderas...
La estrella palidece

y tus sueños se alejan
rompiendo vendavales
ceñidos por cadenas.
Y el amor permanece,
cruzando los abismos
como una eterna siembra,
allá en las otras cumbres,
allá en los otros campos
soñando primaveras.
Ruiseñor de silencios,
¿qué negro olvido encierras?
1994
Voy rompiendo las amarras...

de mis pasos en la niebla,
en silencio y sin oriente,
despidiendo primaveras...
Atrás quedaron los sueños
cubiertos por la maleza,
dormidos en el mensaje
de su vaivén de tienieblas.
Tranquilo el atardecer
en su descanso me lleva,
por otras claras orillas,
a través de otras aldeas...
¿No escucharé tu llamada

Nunca despiertes la sombra
que tras de tus pasos tiembla,
aunque el alma se te rompa,
aunque el llanto te detenga.
*****
Aliento escondido y tibio
que brillas en las estrellas,
deja que duerma la herida
que la pena dejó abierta.
1996
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