lunes, 2 de julio de 2012

SILENCIO

Como el rocío que besa el cesped en la madrugada ,
me acompaña con maternal abrazo.

Con los ojos en una bóveda violeta
nos contemplamos ,
amigos inseparables,
mirándonos sin vernos
al compás de nuestro aliento.

El acude cuando la furia cierra mi puño
y las cadenas oprimen desde su flanco.
Y en su telar de niebla
se desvanecen,
como un mal sueño al despertar.

Con su pañuelo mojado limpia el sudor
que apesadumbrado cristalizaba
en mi piel con espinas de hielo.
Y sopla en mi cabeza
su brisa de mar en calma.

En el tamiz de su vidriera contiene
su virtud en un albergue de luz ...
Ingrávido se extiende sobre mí,
como cánon de un mantra
que el eco disuelve lentamente.

Como el rocío que besa el cesped en la madrugada,
le acompaño con maternal abrazo.

********

Ven tu tambien, hermano de vida,
miremos juntos el horizonte
enlazando nuestras manos...
entregados en la sonrisa
que el aire dibuja en nuestros labios. 

       Virginia F.A.
     02. 07. 2012       


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