lunes, 23 de julio de 2012

ANGEL CAIDO

Dibujo de Miren Fernández      






Quiso volar como el águila,
poderosa en las alturas;
pero aquellas grandes alas
pesaban en su cuerpo.

El precio de su belleza fué su ruina,
un ocaso de anciana melancolía.
Finge volar, cerrando sus ojos,
buscando el viento en los riscos,
anhelando el otear de las llanuras.

Arrecia la tormenta, le espanta.
Un rayo enciende la maleza
con su cortejo de indómita llamarada. 
La abundante lluvia moja sus plumas
entre los rescoldos que aún humean.

Abandona el ímpetu que ya es renuncia,
maldice los sueños que le extraviaron
cuando victoriosa alcanzó la meta
pisando siempre sus huellas en círculo,
hasta llegar a una sima entre zarzas.

Rechaza la mano que sujeta su caída
y se aferra a un saliente en el sombrío muro.
Sus alas, como plomo le arrastran,
es vano el intento del vuelo...
y en una pequeña oquedad se acurruca.

Los lobos se acercan al escuchar su llanto
y asoman sus ojos brillantes en la noche.
Sus aullidos rompen el silencio
mientras la luna navega con su reflejo
cuando el cansancio rubrica aquel epílogo.


22.07.2012
Virginia F.A.
 

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