jueves, 10 de mayo de 2012

Amaba las rejas...


Amaba las rejas de su laberinto
y el sombrío culto de su soledad,
danza de presagios y olvidos.

Amaba la herida que sangraba en su alma
con ansia de ser hermana del aire
emigrando hacia el sur.

Un porvenir cegado por sombras de volcanes,
errático sueño que destila su presencia
ceñía su inocencia.

¿Qué fué de aquella infancia sonriente
donde las espadas en alto segaban
el maná de los cielos ?
Nobleza de un alma
derramada en la marisma...

Y ahora emprendes el camino,
desde la sombra de tu sentencia
por el abismo de tu ruina.

Mientras tu frente acoge la luz temprana
y el silencio
se recrea en tu espejismo.

02.2012

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