lunes, 22 de abril de 2013

NIEVE EN LAS BRASAS




El viento del estupor que acecha
desordena y ahoga las palabras ,
una tregua en la vida traza su esbozo
en la elipse del hastío.

¿Que inerte filo segó la promesa
 cuando el enviado apenas la pronunciaba?
 ...Se balancea la anudada sisga
 sinuosa en el eslabón del techo .

 La narración concluye apresuradamente,
 cuando la tinta de la pluma se ha secado.
 Rasga el papel el seco tajo,
 como epitafio de su breve mensaje.


 Un alarido llena la garganta de cruces,
 las manos se protegen de un sudario.
 La luz sueña, peregrina, en las esquinas
 trenzando abstraída su indiferencia.


 Luego un silencio que no deja de gemir.
 envejeciendo en el desdén de su llamada.
 Y el eco repite equivocadamente
 el aforismo de una carcajada indolente.



22.04.2013


    Virginia F.A.

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