domingo, 7 de octubre de 2012

VIDRIERAS EN EL ALMA




Verde-azul en el atrio que se ausenta
tras de su espejismo como una letanía,
donde su rumor empapa en incienso
la soledad tallada en el negro mármol.


La pincelada de un boceto evanescente
irisa la leve señal de la luz que tamizada
finge siluetas que desde lápidas emergen,
sitiadas en el ansia de su vuelo al abismo.


Las manos tiemblan y se enlazan
sin que la voluntad adiestre una oración.
Sesgó su cruzada, arrojó el estandarte
en la impaciente alquimia de un deseo.


Amor que se destierra de sí mismo
 perpetúando su desgarro en la renuncia,
y abraza quimeras de aguijones
despertándose la vida en indómito torrente.


¿Acaso fué el sueño de una locura
aquello que desgarró sus entrañas ?
Un candente hierro cauterizó sus ojos
cuando el ocaso doraba los espinos.


Ya no dubita ... fluye en aleteo incansable.
Bebe de una extinta fuente ancestrales lágrimas
hasta encender su garganta en un alarido,
embriagado en su primitiva plenitud.


Se asombra el candil que su pecho refleja,
una poderosa insignia donde perdura
con una mano a la muerte y otra a la vida,
en una danza solemne que voltea sin cesar.

Cuando el grisáceo lienzo de piedra se apaga
y un liviano meandro de oro dibuja sus ondas,
nuevamente se cierra en su cuenco invernal
hasta que el sol retorne en su equinocio.

La luna platea informe las esquinas
donde la historia derramó mudas sombras.
Un renglón, apenas perceptible, ensambla
su críptico signo, solo un fugaz instante...

Unos dedos solitarios , acarician esos contornos
antes de caer extremecidos en un ruego.
Y las muescas del tiempo describen destinos
en un laberinto donde el azar lanza sus dados .

10.2012

   Virginia  F.A.

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