lunes, 13 de agosto de 2012

SARCOFAGO DE NIEBLA

Santiago Caruso












Bajo un atrezzo de trincheras entre arena,
en el dosel de su sangrante sueño,
una muesca de luz sobre su frente
sesga su palidez con insistencia.

Naufraga en su apuesta a la vida
abrazando una muerte que no acude.
Como un trofeo ofrece las violetas
que en su mano puso la renuncia.

Firmó su sentencia en brazos de un destino
que le ofreció un breve instante de amor,
veneno que hoy se ciñe a su cintura
como única fianza de aquella promesa.

Rasga su vientre con la espada del dolor
nutrida por una sensual venganza.
Una última sonrisa...y tras de ella una mueca,
carmín con sabor a hiel que le deleita.

El salvaje grito en el eco se extremece
enajenando su ritual de angosto llanto.
Inunda sus cabellos con atrayente perfume
que aguijonea la piel en su caricia.

El mensajero acude a rescatarle
segando la maleza que oculta el camino.
Pero la noche y la bruma le sosprenden
al filo del barranco, donde sucumbe.

Tan sólo los buitres otean los espacios,
ansiosos de aquella presa en su agonía.
En las aristas de las rocas se perfila
un reguero de sangre entre violetas .

La escolta del silencio avanza en el ocaso.
Centellea en el semblante de la penumbra.
Epitafio que perfila el drama en su horizonte ,
ilusionista de olvidos cuando la luna asoma.

Unos pasos vacilantes se detienen
entre alargadas sombras de los hayedos.
...Sobre el musgo, el blanco de una túníca ,
delicada mortaja que cubre un último latido.

08.2012
Virginia F.A.


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